Vuelve a tu cuerpo. Vuelve a la Tierra. En un mundo que va tan rápido, estas prácticas te invitan a bajar el ritmo: hacia la quietud, hacia la sensación, hacia algo más profundo. Cada sesión, retiro o ceremonia se convierte en un espacio de recuerdo y reconexión con tu respiración, tu ritmo, tu voz y la sacralidad del mundo natural.